Los Futuribles 2030 son importantes porque ayudan a las organizaciones a anticipar y planificar para el futuro.
Esto les permite a los líderes y administradores considerar escenarios posibles, desarrollar estrategias y tomar decisiones informadas.
Los Futuribles 2030 también pueden ayudar a las instituciones a prepararse para los cambios y desafíos a los que se enfrentan, así como para identificar oportunidades para aprovechar.
Además, los Futuribles 2030 ayudan a las organizaciones a evaluar y medir el impacto de sus decisiones y acciones en el medio ambiente, la sociedad y la economía.
Para analizar los futuribles, se usan técnicas de proferencia y prospectiva. La proferencia se basa en la suposición de que el futuro es igual al pasado y se utiliza para esbozar un mundo futurible, es decir, lo posible.
La prospectiva es una actitud de análisis que viene del futuro hacia el presente y se apoya en la preferencia, ya que necesita de una configuración futurible o anticipada.
Las técnicas de proferencia más conocidas son la extrapolación de tendencias, el análisis de variaciones canónicas y el análisis de guiones de futurición. La prospectiva consiste en tres pasos: la actitud prospectiva, el análisis prospectivo y la presupuestación y programación.
Se usan escenarios para estructurar el entorno de las empresas y para generar un perfil de oportunidades y amenazas en el medio.
La elaboración de un POAM (Perfil de Oportunidades y Amenazas en el Medio) implica la obtención de información, la identificación de oportunidades y amenazas, la priorización y clasificación de factores externos y la calificación del impacto.